- Es la forma más frecuente de la enfermedad.
- Se denominan “placas” o “lesiones” a las manchas bien definidas de piel roja y engrosada. Las placas presentan una concentración escamosa y plateada que se llama escama y está compuesta por células de la piel muertas.
- Estas escamas se sueltan y se desprenden constantemente de las placas. Síntomas asociados: dolor, picor y agrietamiento.
- Afecta de forma más habitual a las rodillas, los codos, el cuero cabelludo, detrás de las orejas, el ombligo, el espacio que queda entre los glúteos y los genitales.
- Poco frecuente: afecta a menos del 2% de los pacientes con psoriasis y aparece con mayor frecuencia en niños y adultos jóvenes.
- Las lesiones recuerdan a pequeñas gotas rojas sobre la piel y se localiza principalmente en el tronco y las extremidades.
- Se ha relacionado con la infección por una bacteria común llamada estreptococo, entre dos y tres semanas antes de la aparición de las lesiones en la piel.
- Suele persistir durante dos o tres meses y desaparece de forma espontánea.
- Placas de un color rojo vivo, uniformes, lisas, brillantes con descamación mínima o inexistente que aparecen en los pliegues de la piel.
- Se suele localizar en las axilas, ingles, debajo de los pechos y en otros pliegues alrededor de los genitales y las nalgas.
- Suele presentar irritación provocada por el roce y la sudoración, debido a su ubicación en los pliegues de la piel y las zonas sensibles.
- Es la forma menos común de psoriasis.
- Se caracteriza por un enrojecimiento ardiente y extendido de la piel. El eritema (enrojecimiento) y la exfoliación (descamación) de la piel suelen ir acompañados de picor y dolores agudos e hinchazón.
- Tiene un componente inflamatorio importante y afecta a más del 90% de la superficie corporal.
- Puede ser desencadenada por el empleo de ciertos medicamentos, por una quemadura solar grave o por otros tipos de psoriasis que no se hayan tratado adecuadamente.
- También es común la aparición de síntomas generales, como escalofríos, fiebre y malestar general.
Psoriasis pustulosa generalizada
- También se conoce como psoriasis pustulosa de von Zumbusch.
- Es una variante aguda y poco frecuente de psoriasis, extendida por amplias zonas del cuerpo.
- Comienza de forma brusca, con fiebre elevada, malestar general y enrojecimiento. A las 12-36 horas aparecen pústulas sobre la piel enrojecida. A los 2-3 días se produce descamación y desaparición de las lesiones pustulosas y enrojecimiento.
Psoriasis pustulosa localizada
- Puede limitarse a zonas locales, especialmente las manos y los pies.
- Las pústulas son lesiones en la piel y mucosas por acumulación de pus. Estas pústulas cubren por completo placas enrojecidas de piel, que a continuación se ponen marrones y se caen.
- Es muy difícil de tratar y suele reaparecer.
- Es una de las manifestaciones más frecuentes de psoriasis, presentándose en un 45% de los pacientes.
-
Es más frecuente en las uñas de las manos que de los pies y puede aparecer en diferentes formas:
- Pequeños hoyitos en la superficie de la uña (conocido como pitting ungueal)
- Decoloración en “mancha de aceite”, que es la aparición de manchas amarillas debajo de la lámina de la uña.
- Onicolisis, que es la separación de la uña del lecho ungueal
- Hiperproliferación de queratocitos (células de la piel) debajo de la uña
- Es más probable que un paciente con psoriasis ungueal desarrolle artritis psoriásica.
- Artritis inflamatoria asociada a la psoriasis.
- Suele cursar con inflamación de las articulaciones o de la entesis, que es el punto en el que los tendones, músculos y ligamentos se insertan en el hueso.
- También cursa con dolor, limitación funcional, lesión estructural y deformidad de las articulaciones.
- Entre el 25 y el 35% de los pacientes con psoriasis pueden desarrollar artritis psoriásica a lo largo de la enfermedad, dando lugar a incapacidades funcionales y disminución de la calidad de vida del paciente.
- Puede afectar a personas de cualquier edad, suele iniciarse entre los 30 y los 50 años y afecta de la misma forma a hombres y mujeres.
- En la mayoría de los casos aparecen primero los síntomas de la piel y después los de las articulaciones.